Perros de alerta médica: compañeros, amigos y mucho más
1/10/2021
1/10/2021
Por:
Fernando Sancho Rodríguez,
director de “FUNDACIÓN ALERCÁN, perros de alerta médica”.
fundacionalercan@fundacionalercan.org
Fotos: Pavel Danilyuk en Pexels y Fundación Alercan
La diabetes mellitus tipo 1 pertenece al grupo de enfermedades metabólicas. Se caracterizan por tener niveles de glucosa en sangre elevados. En esta enfermedad, las células beta del páncreas han sido dañadas o atacadas por el propio sistema inmune del cuerpo y, como resultado, mueren y dejan de producir la cantidad de insulina necesaria para mover la glucosa dentro de las células y que éstas puedan ser utilizadas como fuente de energía.
Además, cabe destacar que esta afección requiere siempre de insulina para su tratamiento. De este modo, usar insulina, cuidar la nutrición mediante una dieta controlada respecto a hidratos de carbono y hacer ejercicio, serán pilares fundamentales que harán que la enfermedad sea lo más parecido a no tener una enfermedad (en lo que se refiere a la sintomatología y los daños al organismo) ya que los niveles de glucosa en sangre se encontrarán dentro de los varemos normales.
Sin embargo, este equilibrio no siempre se cumple, ya que otros factores como las hiperglucemias (niveles de azúcar en sangre muy altos), hipoglucemias (niveles de azúcar en sangre muy bajos), el estado emocional (alegrías, tristeza, ilusiones, frustraciones, etc.), los factores hormonales, o la aparición de otras enfermedades estacionales juegan un papel importante en la ecuación. Es por ello que, una persona con diabetes tipo 1 debe tener un control constante de su glucemia (nivel de azúcar en sangre) mediante de un glucómetro con el que se hará de forma asidua controles.
También existen en el mercado unos aparatos llamados “medidores continuos de glucosa”, que se utilizan mediante un parche que se coloca la persona con diabetes en una zona de su cuerpo, enviándole lecturas cada 5 minutos a su teléfono móvil y/o al de otras personas que elija. Es importante recalcar la necesidad de que estos medidores de glucosa se subvencionen en todas las CCAA en cualquier grupo de edad; Utilizar esta medida, a medio plazo, eliminarían muchos costes en asistencias de urgencias con hospitalizaciones.
Como ayuda complementaria a todo lo anterior, entran en juego los perros de alerta médica (P.A.M). Se trata de un perro de servicio cuyo fin es el de ser otro filtro más para evitar las hipoglucemias. Aunque ninguna medida (medidores continuos, P.A.M, etc) son 100% eficaces, tampoco son excluyentes entre sí; por lo que mientras más medios tengan estas personas, en consecuencia, más seguros estarán.
Aprovechando la ocasión de escribir en este blog de la Cátedra de Animales y Sociedad de la URJC, me gustaría comenzar por explicar cuáles son los síntomas previos a un diagnóstico de diabetes tipo 1, ya que en la mayoría de los casos esta enfermedad se tarda mucho en diagnosticar por ignorar sus síntomas. Esto acarrea una serie de consecuencias negativas derivadas del retraso al tener un alto nivel de azúcar en sangre por un largo periodo de tiempo.
Si algún familiar, conocido o cualquier persona de su entorno tiene varios de estos síntomas, es imprescindible que acuda al médico urgentemente para que le aporten un diagnóstico al respecto y que, en el caso de tener diabetes de tipo 1, se lleve a cabo un ingreso hospitalario para regular la descompensación metabólica y ajustar las dosis de insulina:
El perro es la especie animal que con mayor frecuencia acompaña al ser humano en diversas funciones y tareas, y dentro de éstas, predominan las relacionadas con la capacidad olfativa que estos animales poseen. Así, se conocen casos de perros de rescate de personas enterradas en colapsos urbanos o naturales o perdidas en la montaña, perros detectores de drogas, explosivos o dinero; y cada vez que se presenta una nueva necesidad en la que poder emplear dicha capacidad, ellos no nos defraudan. Existen diferentes tipos de perros de P.A.M: los que detectan diferentes tipos de cáncer o detectan otras enfermedades como la malaria, así como otros que descubren la inminente aparición de una crisis epiléptica o detectan hipoglucemias (bajada significativa de azúcar en sangre), etc.
Concretamente, los perros de alerta diabética comenzaron a ser adiestrados hace años cuando adiestradores ingleses y norteamericanos decidieron entrenar perros con el objetivo de que detectaran hipoglucemias en personas que padecían diabetes, y no les desilusionaron.
Nosotros, en FUNDACIÓN ALERCÁN, adiestramos P.A.M del último tipo (para detectar hipoglucemias).
En este caso, son perros a los que les enseñamos a avisarnos sobre cuándo se va a producir, o ya se está produciendo, una hipoglucemia, mediante una señal que nosotros o algún familiar pueda percibir con facilidad; teniendo la posibilidad de poder actuar antes de que el caso sea más grave.
Los perros son adiestrados utilizando reforzamientos positivos (premios, juegos, felicitaciones, etc.). De esta forma, les enseñamos a diferenciar el olor “diana” (el olor que desprende la muestra de hipoglucemia, la cual recogemos en gasas, algodones con aliento y sudor del usuario cuando tiene niveles de glucosa bajos) de cualquier otro olor mediante técnicas de discriminación y localización, generándoles grandes expectativas de reforzamiento (premios) si lo encuentran. Previo a este proceso, existe una fase de asociación entre un reforzador con el olor diana y, posteriormente, les enseñamos una conducta de alarma para que nos avisen de que han encontrado dicho olor. En este caso, la conducta que preferimos es el ladrido, ya que es una conducta natural del perro y fácil de poner bajo control de una señal.
Las sesiones de adiestramiento son muy lúdicas, por lo que el aprendizaje aparece y queda fijado de forma muy fiable.
Una vez acabado su adiestramiento, el P.A.M vivirá como cualquier otro perro de compañía o de familia, debiendo ser cubiertas sus necesidades como especie para que pueda desarrollar sus habilidades adquiridas con mayor eficacia. El P.A.M no tiene que estar las 24 horas buscando el “olor diana”, sería un trabajo agotador (por no decir imposible), ya que ha sido adiestrado para que reaccione en caso de la aparición de dicho olor en el ambiente.
¿Qué familias son las idóneas para convivir con estos perros?
Cualquier persona con diabetes es susceptible de vivir con un P.A.M, aunque hay casos en los que es más necesario que en otros. Por ello, en FUNDACIÓN ALERCÁN seleccionamos estos casos por los siguientes criterios:
En España llevamos pocos años adiestrando este tipo de perro de asistencia. Hay pocas entidades que se dediquen a esta labor, pero desgraciadamente, cada vez hay más casos de nuevos debuts de la enfermedad y cada vez será más necesaria nuestra labor (sobre todo, la de los perros de alerta médica para diabetes tipo 1).
Si alguien estuviese interesad@ en saber más sobre estos perros en particular, que no duden en contactar con nosotros y estaremos encantados de ayudarles.
Muchas gracias por el interés.