ONE HEALTH – Del concepto a la práctica.
25/06/2022
25/06/2022
Por:
Helena Arce
Veterinaria
Presidenta del Comité de Protección Animal (CVPA)
del Colegio de Veterinarios de Barcelona (COVB)
La estrategia o movimiento ONE HEALTH (Una Sola Salud) se define como una estrategia mundial que busca aumentar la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, para elaborar e implementar programas, políticas y leyes en pro de la mejora de la salud pública.
El concepto defiende que la buena salud de los humanos depende del buen estado de salud de los animales y del medio ambiente, ya que todos ellos están inevitablemente interrelacionados. Por ello, la colaboración interdisciplinar entre profesionales como médicos, veterinarios, ecologistas, ingenieros, biólogos… es defendida por infinidad de expertos, convencidos de la necesidad del trabajo en equipo para proteger la salud global del planeta.
Como todo concepto, su éxito depende de contar o no con un plan táctico aplicable y realista. Una idea puede ser fantástica, innovadora y necesaria…. pero si se queda atrapada en discursos, proclamas o clases magistrales, no avanzará. Así, lo que diferencia una gran idea de un éxito es su realización. La estrategia ONE HEALTH está en boga hoy en día, pero ser táctica de una forma aún más evidente. El concepto ya se menciona frecuentemente en comunicaciones, escritos, documentos y ponencias, pero necesita incrementar su implementación.
Lejos de tratarse de un concepto nuevo, la idea de que los factores medioambientales pueden impactar en la salud humana puede encontrarse ya en el tratado “Sobre Los Aires, Aguas, y Lugares” del médico griego Hipócrates (c. 460 a.C.– c. 370 a.C.). En su tratado, promueve el concepto de que la salud pública depende de la preservación de un entorno limpio.
A mediados de la década de 1800s, Rudolf Virchow, un médico, reconoció el enlace entre la medicina animal y la humana, e ideó el término zoonosis para describir una enfermedad que puede ser transmitida de animales a humanos, y abogó por la educación médica veterinaria.
En 1947, James H. Steele, un veterinario especializado en salud pública, fundó la División de Salud Pública Veterinaria en los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y ayudó a entender la forma en la que las enfermedades están conectadas entre animales y humanos: la epidemiología de las enfermedades zoonóticas.
Pasados unos 20 años, Calvin Schwabe, otro veterinario especializado en salud pública acuñó el término One Health en un texto de medicina veterinaria en 1964, el cual refleja las semejanzas entre la medicina animal y la humana y acentúa la importancia de colaboración entre veterinarios y médicos para ayudar a solucionar problemas de salud global
En 2004, la Wildlife Conservation Society de EEUU organizó la conferencia One World, en la cual fueron creados los doce Principios de Manhattan. Estos principios destacaron los vínculos entre humanos, animales y el entorno; la dinámica de las enfermedades globales; y la importancia de los enfoques interdisciplinares para la prevención, la educación y el desarrollo de políticas afines.
En 2006 se creó el Grupo de Trabajo One Health en la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA) y la Asociación de Médicos Estadounidense aprobó promover la asociación entre organizaciones médicas veterinarias y humanas en 2007, recomendando un enfoque One Health como respuesta a los brotes mundiales de enfermedades.
Sobre la base de estas iniciativas, en el año 2008 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se unieron con UNICEF y otras asociaciones para desarrollar el marco estratégico para reducir el riesgo de aparición de enfermedades infecciosas en la interfaz Animal-Humano-Ecosistemas. Se desarrollaron políticas implementables en 2010 y las primeras reuniones internacionales One Health se celebraron en 2011 en África y Australia.
En 2012, Barbara Natterson-Horowitz, médica, y Kathryn Bowers, periodista científica, publicaron el libro Zoobiquity, que destaca estudios con paralelismos entre la salud animal y humana. Este libro ha encabezado iniciativas de investigación interdisciplinaria, así como una serie de conferencias que se han celebrado en EEUU y a nivel internacional.
LAS PRIMERAS REUNIONES INTERNACIONALES ONE HEALTH SE CELEBRARON EN 2011 EN ÁFRICA Y AUSTRALIA.
En 2012, Barbara Natterson-Horowitz, médica, y Kathryn Bowers, periodista científica, publicaron el libro Zoobiquity, que destaca estudios con paralelismos entre la salud animal y humana. Este libro ha encabezado iniciativas de investigación interdisciplinaria, así como una serie de conferencias que se han celebrado en EEUU y a nivel internacional.
En 2016, The One Health Commission, One Health Platform y One Health Initiative Team declararon el día 3 de noviembre como el Día Internacional One Health.
En 2019, justo antes de la aparición de la pandemia causada por el SARS-Cov2, se presentó la Ley de Preparación para Emergencias Avanzadas a través de One Health en el Senado y la Cámara de Representantes de los EEUU. Esta legislación requería desarrollar el plan Marco de Salud Única para responder a enfermedades zoonóticas y prevenir posibles brotes.
Como vemos, los expertos científicos llevaban defendiendo la estrategia ONE HEALTH mucho antes de que sufriéramos la pandemia por el Coronavirus SARS-Cov2. La ciencia indicaba hace años que la posibilidad de aparición de una pandemia por una zoonosis era más que posible.
Si algo nos han enseñado los últimos años es que es necesario escuchar a los expertos e intentar anticiparse a los acontecimientos que pueden aparecer en el corto y medio plazo. La pandemia nos ha mostrado que la salud humana depende de su relación y el estado de la salud animal y la salud del planeta, y se hace necesario tener una estrategia y una línea de actuación.
¿Qué elementos afectan significativamente a cada uno de los componentes del One Health? ¿Qué relaciones son las que mejor explican su interconectividad?
Existen múltiples diagramas e infografías que pretenden explicar la íntima relación que existe entre los tres entes y los principales factores que pueden afectarles. A continuación se muestra uno de ellos.
Infografía: Factores que afectan a la salud óptima de cada componente de la tríada (salud humana, salud animal y salud del medio ambiente). Fuente: www.isglobal.org/healthisglobal.
Las zoonosis son enfermedades que se transmiten entre los animales y el hombre, bien directamente: a través de la ingestión de alimentos o de contacto con vectores transmisores como mosquitos, flebótomos o garrapatas; o a través del medio ambiente. Actualmente hay descritas cerca de 200 enfermedades zoonóticas.
Las zoonosis son un problema global de salud pública cada vez más recurrente. La sobrepoblación, una mayor movilidad, la destrucción de ecosistemas y el comercio de especies son algunas de las causas que explican su auge.
De acuerdo con un informe de la FAO, el 75 % de las patologías infecciosas que afectan a los humanos son de origen animal. Los virus, bacterias, parásitos y hongos responsables pueden causar problemas tanto leves como graves y llegar a provocar la muerte.
A lo largo de la historia, las enfermedades zoonóticas han influido y siguen afectando al ser humano. Además, todo parece indicar que lo seguirán haciendo. Las primeras civilizaciones de Egipto y Mesopotamia ya documentaban la existencia de la enfermedad de la rabia. La enfermedad, que se propaga a través de mordeduras o arañazos causadas por un animal infectado, existe aún hoy en día y se concentra en poblaciones pobres de Asia y África. También es endémica en algunos países del Este de Europa como Ucrania.
Otras zoonosis conocidas son por ejemplo la peste negra, que causó la muerte a 50 millones de personas en Europa en el siglo XIV, y que todavía hoy afecta a casi 3.000 personas en el mundo y se considera endémica en Madagascar, República Democrática del Congo y Perú.
La aparición de la ‘enfermedad de las vacas locas’, detectada en el Reino Unido a mediados de los años 80, fue un gran shock. La encefalopatía espongiforme bovina (EEB) se transmite consumiendo carne contaminada. Según la OMSA, la infección de las vacas se daba a través de su alimento, contaminado y con componentes derivados de otros herbívoros. Tras obtener datos concluyentes, se dejó de alimentar con el pienso que originó la enfermedad.
La gripe A o aviar está provocada por subtipos del virus Influenza A que afectan a las aves, y algunas cepas pueden infectar a los humanos y otros mamíferos. De 2004 a 2006 el virus se propagó entre las aves de corral de Asia a Europa y la OMS advirtió de su potencial para convertirse en una pandemia.
Desde finales de 2019, convivimos con el SARS-CoV-2, la gran pandemia del siglo XXI. Más de dos años después del primer brote, se sigue investigando qué animal fue el responsable de que este virus “saltase” a los humanos y si existió un transmisor u hospedador intermedio. Se cree que el murciélago estuvo implicado en algún momento del salto inter-especie.
En 2022, el brote del virus de la viruela del mono (monkeypox) en varios países de Europa nos recuerda que las zoonosis existen y nos afectan de manera continua.
Como vemos, es necesario contar con especialistas para estudiar y hacer frente a estas enfermedades. Existen organizaciones internacionales enfocadas a la creación de políticas que permitan reaccionar frente a nuevas pandemias o amenazas para la salud a nivel mundial.
La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SANIDAD ANIMAL (OMSA) es una organización intergubernamental creada por un convenio internacional en 1924. La organización se fundó como la Office International des Épizooties (OIE). Recientemente, estrena nueva identidad y nuevo nombre: Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en español.
La OMSA cuenta actualmente con 182 miembros y trabaja para mejorar la sanidad y el bienestar de los animales en el mundo, creando un futuro más seguro gracias a la implementación de normas internacionales. Según explican: “Nunca ha sido tan clara la interdependencia de los sistemas de sanidad animal con la salud humana, los medios de sustento y los ecosistemas”. “El impacto de las enfermedades está en aumento. Es necesaria la coordinación y movilización internacional de los profesionales del sector sanitario mundial, los responsables políticos y el público en general”. La OMSA fomenta la cooperación entre sus miembros y crea redes de expertos con fácil acceso a los conocimientos y a la información.
La mejora de la sanidad animal a nivel global es imprescindible para transformar los medios de sustento, impulsar economías y fomentar que el planeta sea un lugar más seguro y saludable.
Por otro lado, la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) fue creada por las Naciones Unidas en 1945 para establecer una organización mundial dedicada a la salud.
La OMS inició su andadura el 7 de abril de 1948, fecha en la que celebramos cada año el Día Mundial de la Salud. Actualmente cuenta con 7.000 trabajadores en 150 oficinas nacionales, seis oficinas regionales y la Sede de Ginebra. Uno de sus claros objetivos es el control de enfermedades emergentes y tiene especial sensibilidad ante las Neglected Diseases, las enfermedades “olvidadas” que afectan a la población más vulnerable del planeta, y que en muchos casos son de origen animal.
Es muy importante hablar del concepto ONE HEALTH para tomar decisiones y hacer cambios urgentes e imprescindibles para hacerlo aplicable. La salud humana depende directamente del estado de la salud de los animales y del medio ambiente donde vivimos, así que, cuidando la salud de animales y del medio ambiente, protegemos nuestra salud. Algunas necesidades imperativas para contar con herramientas de aplicación son las siguientes:
Para acabar con este artículo, y para reafirmar mi convencimiento en la necesidad de escuchar siempre a la comunidad científica, me gustaría recomendarles un par de películas.
La primera película se llama CONTAGIO (Contagion es el título original en inglés). Este film me impactó de una manera excepcional. Recuerdo que visualicé la película por casualidad… creo que fue en la primavera de 2019. Para aquellos que la hayan visto, entenderán por qué les recomiendo visualizarla. Para los que quieran verla, informarles que la película es del año 2011. Sin ser spoiler (¡eso nunca!) les digo que me sorprendió la película en su momento, pero que es aún más increíble verla de nuevo ahora, 3 años después y con todo lo que ha sucedido mientras tanto… Hasta aquí puedo leer.
La segunda película es NO MIRES ARRIBA – Don´t Look Up, en inglés. Esta película es mucho más reciente, del 2021, y la recomiendo muchísimo. Hacía tiempo que una película no me sorprendía tanto y a la vez me hacía reflexionar sobre la sociedad que estamos creando y lo pequeña que es la humanidad frente a los acontecimientos externos que nos pueden afectar. Y claro está, la importancia de escuchar a los profesionales científicos ante las crisis.
Como conclusión, me gustaría acabar con la idea de que todos podemos y debemos luchar para proteger la salud humana, la salud animal y la del planeta.
Sin salud, no importa nada más. Y salud, solo hay una.