Huellas de colores virtual: el lado positivo de las nuevas IAA
12/10/2021
12/10/2021
Por:
Rocío Fernández Andrade
Psicóloga general sanitaria, experta en IAA,
vicepresidenta de PsicoAnimal
La virtualización de las sesiones del proyecto “Huellas de colores” fue un paso necesario y natural (dada la situación epidemiológica nacional) que nos permitió, gracias a la Cátedra Animales y Sociedad y el equipo de Oncología pediátrica del Hospital 12 de octubre, poder continuar con nuestras intervenciones terapéuticas con perros para los pequeños ingresados del hospital. Vaya por delante nuestro agradecimiento a los patrocinadores: Dingonatura y MSD su apoyo incondicional todo este tiempo y a las donaciones de particulares anónimos que lo hacen posible.
Nuestra presencia cada miércoles permite seguir “llevando a perros y profesionales” a las sesiones individuales virtualizadas teniendo gran acogida y pudiendo continuar con nuestro objetivo principal: la humanización de las estancias hospitalarias, dando a los niños y adolescentes un tratamiento terapéutico, a través de un ambiente cálido y una “pata” emocional en la que apoyarse.
Derivado de la situación de confinamiento en marzo de 2020, las sesiones presenciales en el Hospital tuvieron que suspenderse. La necesidad de los niños y niñas ingresados seguía, y sigue existiendo, por lo que quisimos dar una respuesta a estas familias y nuestro apoyo al Hospital 12 de octubre. Desde la Cátedra, se propuesto al Hospital la continuidad del programa Huellas de Colores adaptándolo a modo virtual. Psicoanimal trabajó en el diseño de las nuevas sesiones y en la preparación de su equipo humano-animal.
Un punto positivo de la virtualización es que nos permite acoger a todos los niños y niñas que estén ingresados, en este caso, en la planta de oncología en tratamiento o estancias hospitalarias de larga duración, sin tener que desestimar casos por su estado inmunológico. El procedimiento es mucho más sencillo: desde el hospital se detecta la necesidad de poder desarrollar la terapia y sin importar su estado de neutropenia y el posible riesgo de contagios que no nos permitía desarrollar estas visitas de forma presencial, podemos contactar con ellos gracias a una conexión virtualizada coordinada con el equipo médico y la familia.
Debido a que además son ingresos de una mayor duración que en el caso de la UCIP podemos hacer un seguimiento del niño y su familia mucho más continuo, viéndolos semana a semana y permitiendo crear ese vínculo terapéutico que permite el bienestar bidireccional en las sesiones de una forma muy positiva.
Desde el equipo de PsicoAnimal a su vez han ampliado el equipo terapéutico para poder ajustarse a las nuevas necesidades de los niños y niñas tras el aislamiento producido por la pandemia y lo han hecho introduciendo una perspectiva más social y psicológica, contando con dos profesionales para ello: Guadalupe Gallego, educadora social experta en IAA, y Rocío Fernandez, psicóloga experta en IAA y cuatro nuevos perros preparados para la adaptación a las sesiones online: Alma, Aia, Mani y Kika.
La política de bienestar animal tiene un gran punto a su favor en este tipo de diseños, ya que el perro se encuentra en su espacio de confort y calma; disminuyendo los estresantes que asociamos a una estancia hospitalaria y mejorando por ello, su resultado.
El equipo, tras positivizar el espacio de trabajo que, normalmente es la casa del perro, y entrenarle para reaccionar de forma positiva a la tablet, ordenador y nuevas tecnologías, permite al perro encontrarse más estable y tranquilo en su trabajo, no requiere trabajos extras, pudiendo centrarse más en el niño o niña y su bienestar, quienes además, muestran un gran interés por la convivencia del perro y su entorno social.
A su vez, este sistema, nos permite trabajar con perros de intervención jubilados o con diversidad funcional que debido a los traslados y estresantes del hospital no podrían desplazarse hasta allí para poder hacer una intervención presencial. De esta forma, podemos dar un enfoque integrador y diverso que tiene una acogida muy especial, tanto en el equipo como en el hospital identificándose con los ellos.
Por lo que añadimos un enfoque bienestar y cuidados del perro trabajando los siguientes temas de gran interés social para los niños:
Desde el principio el Hospital ha mostrado una actitud muy positiva y una cooperación excelente con el equipo terapéutico encargado de las intervenciones, facilitando la labor en planta y los traslados del material tecnológico entre los menores para sus sesiones.
Las sesiones tienen una duración de treinta minutos y acogemos un total de tres sesiones en la tarde, pudiendo ser individuales o dobles y acogiendo un máximo de 6 niños en la tarde, aunque normalmente la preferencia de las familias y la privacidad del menor nos llevan a que, casi siempre, sean individuales.
El procedimiento es el siguiente:
Los objetivos planteados en las sesiones presenciales han sido mejorados y adaptados incluyendo la perspectiva social a la psicológica y terapéutica ya planteada en el proyecto inicial en la UCIP.
Entre ellos lo que más destacamos son:
Debido a la gran acogida y beneficios observados durante la pandemia y en la etapa actual de la modalidad virtualizada, vemos vital el mantenimiento de esta modalidad del proyecto para continuar llegando a todos los casos que nos necesiten. Recuperando la presencialidad en la UCIP y mediante las sesiones virtuales en la planta de oncología pediátrica que, de otra forma no podrían disfrutar de estas terapias.
Desde PsicoAnimal consideramos que la virtualización en las sesiones de acompañamiento terapéutico con animales ha sido un paso que sin duda se ha acelerado por la situación actual, pero iba a llegar como revolución tecnológica y evolución de nuestras intervenciones viniendo para quedarse en nuestro modo de vida en muchos de nuestros ámbitos: clínico, social, educativo, familiar.
¿Por qué no mantenerlo en el contexto hospitalario dónde más falta de contacto social se produce, más consecuencias emocionales desagradables para el niño y por tanto más dificultades para fomentar esta humanización que buscamos? La reducción de riesgos, la facilidad de alcance, así como aplicación de protocolos y el fomento de la conciliación con los profesionales del hospital y familiares en la vida de los menores es uno de los pros de nuestras conexiones al alcance de cualquier recurso tecnológico.
Sin olvidar que las IAA siempre buscan como motor el bienestar bidireccional del niño o niña y el animal de intervención, mostrando en estas intervenciones un gran efecto positivo para este último, dándole un clima de confort y seguridad, una mejora en los protocolos de estrés e incluso una mayor amplitud de cara a seleccionar el perro de intervención y favoreciendo la inclusión social de los mismos, dando un ejemplo a nuestros niños para sentirse identificados.