¿Y esto qué supone?

Nuestra salud:

La creciente demanda de especies, cada vez más exclusivas, con poco recorrido en la cría en cautividad, o con una cría en cautividad intensiva, ha dado lugar a la aparición. de enfermedades zoonóticas y en esto los animales exóticos son los reyes del potencial. Chlamydia, Herpesvirus, Hepatitis, Viruela, Morbilivirus, Salmonela, Pleuroneumonía, Micosis, Rabia, Gripe Aviar, Parásitos … son parte de los conceptos que se deberían manejar en los entornos veterinarios para preparar a una sociedad que aún no está formada para afrontar una tenencia al 100% responsable.

Además tampoco podemos olvidar el factor peligrosidad, y es que en un país donde a los perros se les ha colgado una etiqueta de Potencialmente Peligrosos, a los animales exóticos solo se les ha colgado un poco de morbo y se les ha dejado fluir por un comercio casi tan salvaje como ellos, de tal manera que si tú o yo nos queremos comprar un caimán hoy, podemos.

Nuestro entorno natural:

Seguramente has oído muchas veces que problema del abandono radica en fundamentalmente en dos especies, pero lo cierto es que, a día de hoy  la fauna exótica también está inmersa en este gran problema. Además, solo a estas especies les afecta el REAL DECRETO 630/2013 donde se exige el exterminio de ciertas especies, que por abandono, pérdida o cría intensiva sin salida a la venta, han acabado adaptándose al medio natural y colonizándolo, perjudicando a especies autóctonas en mayor o menor medida.

El hecho de que en 2013 saliera esta ley, es una forma institucional de admitir que el comercio de estas especies, su tenencia irresponsable y la problemática que supone la falta de control no es una cuestión menor y es que esta ley ha intentado ofrecer soluciones que van muy por detrás de la problemática, que no sólo pasa por la colonización de fauna exótica en entornos naturales, sino también por la contaminación de macrogranjas de cría de animales exóticos que intentan cubrir una demanda irracional.

Nuestra deuda con los países de origen:

Todos hemos oído hablar alguna vez del tráfico ilegal de especies, de cómo los países de origen van perdiendo su biodiversidad a golpe de demanda y todos hemos pensado en los animales llegando mal transportados en contenedores de lo más diverso, pero seguramente pocos piensan en la explotación infantil, el deterioro del territorio, la pobreza de recursos o incluso las rencillas locales que este tipo de comercio conlleva.

Además el comercio ilegal de especies exóticas es el menos penado en nuestro país, en muchas ocasiones los animales se quedan en manos del infractor por falta de centros de acogida donde custodiarlos, haciendo que esta actividad siga siendo de las más rentables y perpetuas.

Algunas propuestas de solución:

Es obvio que hay un gran reto por delante para ordenar la situación actual y posteriormente contenerla, pero existen puntos clave que pueden ayudar a desandar un camino que en 20 años ha resultado caótico.

• Las listas positivas
  • Para acotar el sinfín de especies que se tienen en los hogares
• Obligatoriedad de identificar a los animales
  • Para frenar la impunidad en el abandono
• Trazabilidad de la procedencia del animal
  • Para frenar el tráfico ilegal de especies ya sea desde fuera o desde dentro de la UE
• Prohibición de venta en tiendas
  • Para evitar el descontrol sanitario y la falta de información por una adquisición compulsiva y una cesión por parte de alguien inexperto en las necesidades de la especie
• Control ético de fauna invasora y NO INVASORA
  • Para aprender a entender a cada especie y conseguir avances científicos que nos ayuden a anticiparnos a futuros problemas
• Fin de espectáculos con fauna salvaje
  • Para evitar la romantización de especies que jamás contarán con calidad de vida en cautividad
• Promoción de la educación en las aulas para la no tenencia de estas especies
  • La asignatura de ciencias naturales como hilo conductor para explicar las consecuencias y dificultades de la tenencia de este tipo de animales

Pero además:

1. Financiar y potenciar los centros de acogida de fauna salvaje alóctona, respaldarlos para que realmente sean proyectos viables y sólidos, con futuro y capacitados para afrontar las atenciones de tantas y tantas especies que acaban sin amparo familiar
2. Crear nuevos centros con responsabilidad institucional, para que ningún animal exótico quede sin protección tras un comercio permitido y promovido por unas administraciones que han dado la espalda a un sinfín de individuos
3. Capacitar a más agentes especializados en actuaciones donde los animales se vean involucrados y dotarlos de las herramientas necesarias para intervenir.
4. Acotar las competencias para que todo lo que concierna a los animales exóticos, sean protegidos, no protegidos o catalogados como invasores, queden en un mismo departamento donde poder acudir para poder amparar a los animales. (Actualmente las competencias se reparten entre el estado, las autonomías o los municipios según esté catalogado un animal, generando un caos que solo sirve para ralentizar las acciones a ejercer sobre la protección de estos animales).
5. Asumir la responsabilidad administrativa y no delegar en la buena fe de las personas o entidades proteccionistas algo tan serio e importante como pueda ser retirar un animal exótico del medio natural. Entender que retirar un animal exótico del medio natural es proteger a la biodiversidad, a la salud humana y al propio animal, es imperante.