La ciencia va a cambiar la equitación.
07/10/2022
07/10/2022
Por:
Teresa Gamonal
Veterinaria especializada en etología clínica. Directora de eduquina.
Cada día están surgiendo nuevos estudios que ponen en evidencia cuáles son esos problemas y también las posibles soluciones para poder llevar a cabo actividades junto a estos animales respetándolos como seres sintientes que son.
La equitación necesita un cambio si quiere seguir siendo aceptada socialmente pues se está empezando a cuestionar seriamente el bienestar de los caballos dedicados a esta actividad.
Uno de esos estudios publicado en 2018, se titula: “An exploration of industry expert perception of Canadian equine welfare using a modified Delphi technique.”realizado por Cordelie DuBois , Helen Hambly Odame, Derek B. Haley, Katrina Merkies.Este trabajo reúne a 19 expertos en bienestar equino juntos confeccionan una lista de los 84 problemas más relevantes, para ello utilizan la metodología Delphi. Estos problemas de bienestar equino son discutidos a lo largo del artículo llegando a identificar varios de mayor relevancia. Algunas de sus apreciaciones nos parecen tan relevantes que son las que se recogen a continuación.
Una de las principales preocupaciones actuales que identifican es la falta de conocimiento de los propietarios sobre el comportamiento equino.
Portada de la revista:“Le sport universel illustré” del 10 de junio 1909.
En España, por ejemplo, no es necesario tener ni demostrar ningún tipo de formación para poder tener un caballo o interactuar con él, en muchos casos incluso los “profesionales” que trabajan con caballos se basan simplemente en sus experiencias personales. Además, las personas que montan o interactúan con caballos generalmente se han formado en la relación con el caballo, prácticamente siempre, desde un punto de vista funcional o utilitario, para la práctica de la equitación. Este tipo de cultura que rodea la relación humano-equino tiene su origen principalmente militar.
Este origen militar, ha sido una gran fuente de experiencia y conocimientos a lo largo de años y un modelo de interacción muy protocolizado que se ha ido transmitiendo de generación en generación transformándose incluso en una “tradición” y modelo incuestionable de trabajo… hasta ahora.
Antes necesitábamos a los caballos para ir a la guerra o para trabajar, actualmente los necesitamos para disfrutar y la equitación se ha convertido en una actividad principalmente deportiva. Lo curioso es ver cómo se sigue empleando y aceptando el mismo patrón de manejo sin cuestionarse en ocasiones cuáles han sido los avances de la ciencia en etología, entrenamiento, nutrición, materiales, biomecánica, etc.
Se siguen impartiendo las clases en “formaciones militares” donde se busca que todos los caballos y jinetes sigan un mismo patrón, se siguen buscando incluso en potros “animales serios y que trabajen”, se siguen empleando cualquier tipo de material o técnicas a pesar de ser alarmantemente nocivas para conseguir resultados o se siguen estabulando caballos, por ejemplo, sin instalaciones accesorias donde puedan tener unas horas de movimiento libre o una socialización correcta; todo esto sin que muchas personas se planteen si sus conocimientos sobre el caballo son correctos o no.
Hace unos años surgió una nueva ciencia del comportamiento o etología equina, la cual ha evolucionado y sigue evolucionando a gran velocidad a través de numerosos estudios.
Estos estudios empezaron a descifrar entre otras cosas: el lenguaje equino y sus expresiones, a mostrar cómo identificar expresiones de estados emocionales negativos o de dolor, etc. Estos estados emocionales negativos se ven reflejados en muchos casos en los caballos dedicados a la equitación o en los concursos oficiales, donde esto empieza a ser un problema tan relevante que actualmente la FEI (Federación ecuestre internacional) acaba de crear una comisión para estudiar el tema del bienestar en los caballos de deporte debido a la presión social (ver ENLACE)
En general, hay una falta generalizada de conocimiento en etología equina o peor todavía, la difusión de una etología equina confusa, sin una base científica, basada en experiencias personales y con graves repercusiones también para el bienestar equino
La sociedad permite y valora que se lleven a cabo actividades con animales, pero cada día acepta menos que eso conlleve asociando el sufrimiento de otro ser vivo, es por ello que solo es cuestión de tiempo que los modelos de interacción con los caballos vayan cambiando, a medida que este tipo de informaciones lleguen a la sociedad ecuestre.
La ciencia también pone en evidencia el daño de algunos materiales que se usan para el manejo de los caballos basados principalmente en materiales que implican altos grados de dolor, técnicas muy agresivas con el animal o los modelos de alojamientos (cuadras donde el animal permanece largos periodos sin posibilidad de interacción con otros caballos o de un mínimo movimiento libre) siendo todos estos factores no compatibles con su bienestar.
Debido precisamente a esta falta de conocimientos sobre el caballo y sus expresiones, otro de los problemas que se identificaron, en el estudio previamente mencionado, fue el retraso en las situaciones de eutanasia.
Los caballos al ser animales presa no son animales que expresen claramente el malestar o dolor y sin una formación previa es muy posible que incluso pase desapercibido para muchas personas sobre todo en el caso de dolores crónicos o se infravalore en el caso de dolores agudos. En algunos casos se retrasan las eutanasias debido al apego emocional o la presión social, o incluso se ignore esta posibilidad debido a los costes económicos.
“En la actualidad, hay pocas investigaciones publicadas que permitan cuantificar el impacto de la eutanasia en el bienestar de los caballos, aunque muchas clínicas veterinarias y organizaciones benéficas ofrecen orientación para reconocer el deterioro de la calidad de vida (por ejemplo, www.bluecross.org.uk y www.bhs.org.uk) o condiciones de emergencia en las que se recomendaría la eutanasia.”
(Determining a Welfare Prioritization for Horses Using a Delphi Method by Fiona C. Rioja-Lang , Melanie Connor , Heather Bacon and Cathy M. Dwyer)
Una de las primeras causas de muerte de los caballos domésticos es por cólicos; y estos cólicos en un alto porcentaje se producen por una gestión incorrecta de la alimentación del caballo, siendo esta otra de las causas de problemas de bienestar identificadas.
Muchos propietarios de caballos no saben alimentar correctamente a un equino, en muchos casos la falta de fibra, el exceso de concentrados en la dieta sumado a los periodos de inmovilidad en la cuadra, producen esos cólicos. El problema ya no solo está en que se tengan animales delgados sino al contrario, también animales obesos los cuales tienen asociados también un mayor número de patologías.
Salitre en Eduquina
Para los caballos el movimiento es algo necesario y vital para su salud. Normalmente en condiciones naturales, dependiendo del entorno en el cual vivan suelen caminar varios kilómetros al día; pero desde hace tiempo se ha normalizado que la cuadra es un buen lugar para mantener a un caballo permanentemente.
La estabulación prolongada y otros entornos inadecuados es otro de los problemas de bienestar que preocupan a los expertos.
imagen: https://www.noticaballos.com/estabulacion-del-caballo.html
Los caballos son animales con una gran motivación social y todavía hay muchos modelos de estabulación durante todo el día manteniendo a los animales aislados incluso sin capacidad de una interacción visual con otros animales, por ejemplo cuadras sin posibilidad de sacar la cabeza o con muros entre los animales.
Pero la estabulación no solo priva a los animales de esas conductas sociales sino que también limita su movimiento y modifica enormemente sus patrones de alimentación ( pautas de alimentación restringidas a una o dos tomas, muchos concentrados y poca fibra, alimentación en altura…etc).
No tiene sentido someter a un animal mediante materiales dolorosos o anularlo para poder interactuar con el si se habla de bienestar equino en la equitación. Si queremos tener interacciones positivas con los caballos tenemos que aprender a trabajar en función de los estados emocionales que el animal vaya presentando, y además evitaremos situaciones de estrés sistematizadas y no podemos ignorar expresiones de dolor ni mucho menos corregirlas mediante castigos para obtener un resultado.
Si queremos interactuar con caballos es fundamental entender cómo son como especie, cómo se expresan y cómo aprenden evitando el uso sistematizado de materiales dolorosos que anulan completamente la expresividad del animal y fomentan el miedo como factor de manejo.
Hasta ahora se han seleccionado y potenciado más las capacidades físicas en los caballos sumado también a características de docilidad que permitan esos manejos. Se llevan seleccionando caballos con mejores capacidades físicas para las diferentes pruebas o disciplinas hípicas demasiados años, aumentado los niveles de exigencia hasta unos límites que en muchos casos son insostenibles para los animales y todo esto se sigue llevando a cabo mediante el uso de técnicas y materiales muy aversivos sin tener en cuenta las expresiones faciales o corporales, de dolor o ansiedad (entre otras medidas).
La ciencia, y en consecuencia cada día más profesionales del sector ecuestre, y los aficionados están poniendo en evidencia las contradicciones que se llevan a cabo en el manejo diario del caballo o en las competiciones oficiales, donde se debería dar ejemplo de interacciones positivas con estos animales.
Si la equitación o las actividades con caballos quieren persistir, vamos a tener que aprender a hacerlo de otro modo, donde no solo se valoren resultados deportivos o estéticos; sino también donde se empiece a poner en valor los estados emocionales positivos de estos animales como seres sintientes que son, respetando sus necesidades físicas y psicológicas.